sábado, 21 de agosto de 2010

Breve reflexión sobre la tarea de ser voluntario…

Según el Manual de voluntariado en Educación para docentes de escuelas secundarias, “…un voluntario es aquella persona que, además de realizar su trabajo particular y cumplir con sus obligaciones, dedica parte de su tiempo libre a realizar actividades en bien de los demás, de un modo responsable, continuo, desinteresado y sin esperar a cambio retribución material.” Resalta a su vez, que dicho actor debe conocer la realidad sobre la que va a intervenir; y capacitarse en consecuencia para poder realizar su actividad con los elementos necesarios.

Sugiere además que ser voluntario tiene que ver con el hacer, ya que se vincula con lo concreto. Pero además tiene que ver con una actitud, que parte de la motivación personal, expresada como servicio a los demás y basada en la solidaridad.

El voluntariado tiene sentido como expresión de la participación y de la solidaridad social, la cual se hace efectiva a través de valores que sustentan la gratuidad y el compromiso de construir una sociedad más justa, con valores muy diferentes a los de la sociedad de consumo, pues nada tiene que ver con el individualismo y las relaciones mercantiles que en ella se privilegian, establecen y promulgan. Por lo tanto, no debemos caer en el reduccionismo de intentar transformar el aporte del voluntariado en un bien económico y, cómo tal, en un bien de intercambio.

En ésta misma línea, la motivación para ser voluntario no debe tener que ver con el beneficio personal que nos otorga ampliar nuestro currículum con la participación en este tipo de experiencias; ni tampoco el hecho de conseguir una práctica pre profesional accesible.

Si decidís ser voluntario, que tus motivos tengan que ver con una entrega que vaya más allá de lo individual, que te permita involucrarte con realidades diferentes, y que en ese ser parte puedas trabajar para materializar de alguna forma lo que realmente sentís, soñas y crees desde la razón.

El aporte del voluntariado es único y creativo, y como tal insustituible. Se mueve en el plano de una relación dialógica y de complementariedad con otros agentes y profesionales, como parte integrante de un proyecto global; y es gracias al trabajo conjunto e interdisciplinario que se pueden lograr aportes significativos en la vida de los demás.